4 formas de propagar una suculenta cadena de corazones

La suculenta cadena de corazones también conocida como Planta Rosario de Corazones es una especie originaria de Sudáfrica destacada por ser de fácil cuidado y por su largo crecimiento en forma de cascada lo cual la hace perfecta para macetas colgantes.

Las Ceropegia Woodii se puede propagar por medio de varios métodos, per la opción más común y efectiva es por esquejes y retoños aunque esta última ocurre de manera natural, recuerda que para reproducir tu suculenta esta deberá tener un tamaño mediano o grande ya que un buen tamaño puede sacar varios ejemplares de esa misma planta.

1- Por esquejes de tallo en agua

En la Ceropegia Woodii como en la mayoría de las suculentas la reproducción por esquejes es el método más efectivo, el esqueje de esta especie al tratarse de un tallo bien formado con una o varias series de hojas suele dar raíces en poco tiempo. Cuantos más esquejes mejor para conseguir una planta densa desde el principio.

  • Para hacerlo escoge los esquejes que tengan más de 5 a 6 centímetros de largo para que sea más fácil de reproducirse.
  • Asegúrate que los esquejes tengan un buen aspecto, es decir, que tengan su tonalidad verde y no tengan manchas marchitas como amarillas, negras o cafés. Estos deben estar bien hidratados y evita que se vean muy delgadas.
  • Mete los esquejes en un recipiente con agua y sitúalo en un lugar donde reciba luz directa, es importante que retires las hojas de la parte de cada esqueje que vaya a estar abajo del agua para evitar que las hojas se pudran.
  • Cambia el agua una vez a la semana o cuando veas que esta está turbia, y cuando notes que los esquejes tengan buenas raíces plántalos en tierra.

2- Por esquejes de tallo en la mezcla:

Una técnica exitosa para muchos, pues luego de tomar los esquejes ponlos directamente en una mezcla de semillas de jardinería para la propagación u hormona de enraizamiento, independientemente de lo que vayas a usar debe ser liviano y aireado para que las raíces pequeñas puedan desarrollarse más fácilmente. Ubica en un lugar agradable y donde haya luz pero que no de sol directo y riega por una semana manteniendo el suelo ligeramente húmedo, si el clima es muy caliente puedes agregar agua dos veces por semana.

Prepara los esquejes de la misma manera que lo harías para la propagación en agua, corta la hebra y quita las hojas, si la planta está muy larga es buena idea podarla e introducir algunos esquejes alrededor de la suculenta para crear sensación de mayor densidad. Prepara sustrato fresco para las macetas y riégala un poco para que esté húmeda sin encharcar, a continuación cola las hebras, trata que el nudo sin hojas no esté demasiado profundo, puedes dejar de uno a dos centímetros. Coloca la maceta en un recinto o en una bolsa transparente para que se genere mucha humedad alrededor de la planta, pero controla la tierra con regularidad para que esta no esté mojada.

3- Por semillas:

Las semillas las puedes obtener comprándolas en alguna tienda especializada o de manera natural con la polinización de las flores de la planta. Prepara el sustrato esterilizado regándolo con agua hirviendo para matar cualquier tipo de hongo o bacteria que pudiera estar allí, después coloca en un recipiente que tenga tapa transparente para crear efecto invernadero una vez se haya enfriado y mezcla con otro elemento menos denso como aserrín, fibra de coco o cáscara de arroz para facilitar la penetración de las raíces, Finalmente pon las semillas y riega el sustrato regularmente, recuerda hacer agujeros para evitar encharcamientos.

4- Por tubérculos con tallo:

Este es otro método muy efectivo y el más favorito por muchas personas, cuando veas tubérculos aéreos de varios tamaños a lo largo de sus tallos puedes plantarlos para producir nuevas enredaderas, simplemente debes enterrar el tubérculo preferiblemente adherido a una planta en el sustrato de otra maceta.

Te recomiendo mantener la tierra húmeda para así fomentar el enraizamiento y una vez el tubérculo tenga estas características y empiece a crecer por algunas semanas o meses se puede separar de la planta original para trasplantar. Separa el tubérculo con ayuda de una herramienta desinfectada, si con el tiempo notas que aparece un nuevo crecimiento, significa que la reproducción ha sido exitosa.

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