Una vez ingreses al maravilloso mundo de la jardinería te encontrarás con diversos retos a la hora de obtener una planta sana y bella. Uno de los problemas más recurrentes es el marchitamiento de las hojas en todo tipo de vegetación, no importa si es de interior o de exterior, esta puede enfrentarse al marchitamiento.
Las causas de este fenómeno pueden ser múltiples. Hoy desglosaremos las posibles razones que han llevado a tu planta a este punto, que aunque no lo creas puede tener solución. Antes de probar mil remedios caseros infructuosos, debes comenzar por entender lo que le ocurre a tu planta, una vez detectes el inconveniente podrás entrar a solucionarlo.
Posibles causas del marchitamiento
Problemas de plagas
Existe una cantidad innumerable de plagas que suelen alimentarse de las hojas y flores de las plantas en tu jardín. Estos pequeños enemigos pueden ser los áfidos, las moscas blancas, las cochinillas y las arañas entre muchos otros. El peligro sobre la presencia de las plagas es que absorben la savia de las hojas y hacen que se marchiten.
Edema
Esta es una condición que se presenta cuando hay exceso de agua en la tierra, pues el encharcamiento y la sobresauración de agua genera hinchazón en las hojas y en las zonas carnosas de la planta, se evidencia con la abundancia de agua sobre la tierra y la pérdida de las hojas. La causa de este problema puede estar relacionada con la falta de drenaje en la planta, pues la retención de líquido conlleva usualmente a la aparición de estos signos.
Verticillium
Otra causa frecuente es la aparición de hongos Verticillium, esta es una enfermedad fúngica que ataca a plantas de todo tipo. Cuando un área de la planta está infectada el desarrollo de los hongos en el suelo es indefinido, lo que complica su inspección. Algunos de los signos evidentes son la marchitez, la deformación de las hojas y el crecimiento de hojas débiles y amarillas, así como la muerte de los tallos.
Furasium
La marchitez por Fusarium, es una condición fúngica que causa marchitamiento en las plantas. Los signos son semejantes a los presentados en la Verticillium. Igualmente se dificulta el control químico. Este caso puede ser tratado mediante el cuidado adecuado y la poda, pues de esta manera disminuye la propagación de la enfermedad.
El exceso de riego
Si se realiza un riego excesivo, de manera muy frecuente y abundante, las raíces se dañarán y morirán, pues las condiciones de inundación del suelo evitan la recepción de oxígeno por parte de las raíces, generando hipoxia radicular, infecciones bacterianas anaerobias y el daño severo de las raíces.
Con las raíces muertas, la planta está imposibilitada para absorber agua y tendrá sed en medio del ahogamiento. Debes notar los síntomas, si la tierra siempre luce saturada, la maceta tiene un mal drenaje o la tierra que le pusiste drena muy mal, existen grandes posibilidades de que se marchite y se pudran las raíces por el exceso de riego.
Estrés por temperatura
Esta situación es causada por la exposición a temperaturas extremas, pues muchas plantas de interior son originarias de zonas tropicales con temperaturas entre los 55 y los 90 °F. De manera que las temperaturas diferentes a las anteriores pueden lastimar las hojas y los tallos de las plantas, así como sus raíces.
Calor excesivo
Una temperatura muy alta puede generar daños en los tejidos de la planta, particularmente cuando las altas temperaturas desencadenan un aumento de la transpiración y por tanto la pérdida de grandes cantidades de agua, haciendo que la planta requiera de una mayor cantidad de riego. Aquí la solución puede ser ajustar la cantidad y frecuencia del riego así como reubicar la planta o proveerla de sombra.
Frío excesivo
Así como en el caso anterior, las temperaturas fuera del rango apropiado para una planta o brisas intensas pueden afectar las hojas y raíces de una planta. En este caso también puedes solucionarlo reubicando la planta en un punto más seguro.
Baja humedad
Ciertas plantas necesitan de un mayor nivel de humedad del que se les ofrece en el hogar y aunque muchas plantas lo soportan, algunas otras pueden verse afectadas lo cual se muestra en el deterioro de sus hojas. Este es el caso de las calatheas, los helechos y algunas orquídeas que requieren niveles altos de humedad.
Intenta propiciar más del 50% de humedad en el caso de las plantas más exigentes. Usa una bandeja de humedad, acerca tus plantas, ubícalas en un baño o la cocina y usa un humidificador y verás como la humedad aumenta y tus plantas mejoran.