Las suculentas se consideran una de las plantas más resistentes y capaces de sobrevivir con pocos cuidados e incluso se dice que son las plantas más fáciles de cuidar, sin embargo, esto no es tal y como lo pintan, pues a pesar de que si bien es cierto que necesitan de poco cuidado, así como cualquier otro planta las suculentas necesitan de ciertas atenciones para que puedan sobrevivir y mantenerse con vida.
Recuerda que el tener una planta en casa siempre tendrá un ligero grado de complejidad, la única diferencia es que unos grados son más altos que otros. Así que si tienes una suculenta en casa a la cual no le has prestado mucha atención, te recomendamos verificar si tu planta cuenta con algunas de las siguientes señales que te ayudaran a detectar si tu suculenta se está pudriendo lentamente sin que lo hayas notado.
Señales de que mi suculenta se está pudriendo
Existen diferentes formar de notar algún tipo de pudrición en nuestra suculenta, entre ellos te contamos tres de las más comunes y notorias:
1. Hojas amarillas, transparentes o con el tronco blando
Notar que las hojas de tu suculenta lucen de un color poco saludable, es decir amarrillas o transparentes, sentir que están húmedas al tacto, o ver que comienzan a ladearse porque el tallo de puso demasiado blando, es una clara señal de que tu suculenta se esta empezando a pudrir por exceso de agua. Y ya si llega al punto en el que las hojas se caen simplemente cuando las tocas, es una señal de que ya se esta pudriendo de suculenta de manera indiscutible.
Si tu suculenta esta pasando por esta etapa, es importante que cortes todas las hojas dañadas tomándolas desde el tallo, pero sin forzarlas, adicional a esto es relevante que reduzcas la cantidad de agua con la que riegas tu suculenta. Y aunque no es obligatorio se recomienda un cambio de maceta.
2. Hojas arrugadas o secas
Si notas que las hojas de la parte superior de tu suculenta comienzan a secarse mucho o se encuentran un poco arrugadas, lo más probable es que estén reflejando lo contrario del punto anterior, es decir en esta ocasión contienen una falta de agua. En este caso es importante que comiences a regar a tu suculenta con más agua de la que lo hacían anteriormente, y en unos pocos días podrías comenzar a notar cómo se va recuperando, pues este es un problema muy fácil de corregir.
Sin embargo, este no es el único motivo por el cual tus plantas se pueden pudrir dando señales de hojas arrugadas, otra posible razón es que tengan plaga de cochinillas, si este es tu caso lo mejor que puedes hacer es revisar muy bien entre las hojas y el tallo de tu plantita y empezar a eliminar esta plaga, así mismo y para evitar que se siga reproduciendo la plaga, se recomienda hacer un cambio tanto de maceta como su medio de cultivo.
3. Manchas negras en el tallo y/o entre las hojas
Esta es la señal de que tu suculenta se está comenzando a podrir más breve de todas, pues cuando llega a este punto de generar manchas en tallo y/o hojas es cuando ya cuenta con un hongo, por lo que es importante que actúes de manera inmediata, esto puede ocurrir cuando riegas en exceso la planta, es decir que va de la mano con la primera señal mencionada, pero con un riesgo mayor pues se llego al grado de asfixiar las raíces y albergar un hongo que comenzó a cundirla o no tiene un buen drenaje.
La mejor solución en este caso es cuidar el regado de tu planta, ir eliminando poco a poco las manchas de la planta, esto con mucho cuidado sin romper el tallo de la suculenta y trasplantarla de manera inmediata. Esto se puede realizar a menos que el hongo ya haya llegado hasta la parte más alta de la planta, lo cual indicaría que está completamente podrida y no tiene solución.
NOTA:
Si tu suculenta tiene manchas de color café sobre las hojas pero no en el tallo, esto es porque se han quemado por el exceso de sol, más no es una señal de regado excesivo, por lo que sólo debes retirarla del sol directo y ponerla en un lugar donde sí reciba luz solar pero de manera menos agresiva.
¿Cómo trasplantar una suculenta que se pudre?
Lo primero que debes hacer en este caso es sacar la suculenta de la maceta, desechar el sustrato y desinfectar la maceta para eliminar cualquier rastro de hongos o bien puedes usar una macera completamente nueva igualmente desinfectada. Luego empieza a ir cortando la parte negra del tallo con un cuchillo previamente desinfectado, pues esta es la parte podrida de tu suculenta y debes de eliminarla, para que le sea posible sanar a la parte rescatada.
Después de tener tu suculenta sin nada de pudrición colócala en una toalla de papel, sin que le dé el sol directo y deja que cicatrice la herida, recuerda que acabas de cortar una parte de ella y por ende esta lastimada a su manera. Cuando el esqueje ya haya cicatrizado, colócalo en sustrato especial para suculentas y cactus en tu maceta ya desinfectada, luego coloca tu suculenta en un lugar con buena iluminación pero sin sol directo y no olvides regarla con un atomizador hasta que el esqueje eche raíces.