Consejos para fabricar una huerta casera

Produce desde casa tus propios alimentos.

En una sociedad idílica todos tendríamos acceso a nuestros propios alimentos cultivados, sembrados y producidos en nuestra propiedad, los alimentos abundarían todos tendríamos mayor conocimiento de la tierra y de la naturaleza en general, tal y como lo hacen los campesinos. Pero la realidad es que en las grandes ciudades no tenemos idea de cultivo. Pero esto está por cambiar, pues la sociedad se ha hecho más consciente de la necesidad de reconocer a la relación con la naturaleza como un asunto de urgencia más que un gusto o una moda.

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Ventajas de tener una huerta en casa

Los esfuerzos a realizar para tener una huerta en casa son mínimos comparados con sus beneficios, a continuación de hablamos de todo lo que puedes obtener a cambio:

Alimentación orgánica

Contar con una huerta casera hará que obtengas alimentos de alta calidad sin químicos, pues tú decides qué poner y qué no a tus alimentos en su proceso de producción, ya que usualmente nos vemos obligados a consumir alimentos que han sido pasados por sustancias agroquímicas para evitar el ataque de plagas a las frutas y vegetales, lo que desnaturaliza en cierta medida a estos alimentos perdiendo parte de su potencial de beneficio para nuestra salud.

Consumo consciente

Cuando haces parte del proceso de producción de los alimentos que son para tu propio consumo, sabes qué te estás llevando a la boca, sabes de qué trata y reconoces el esfuerzo que se requiere para obtener cada fruta y cada vegetal que nos llega tan cómodamente a la mesa luego de la labor realizada por la mano de obra campesina. Además una vez cuentas con este conocimiento puedes hacer parte de la conversación sobre la producción agrícola en tu país.

Ahorra tiempo y dinero

La inversión inicial que haces en materiales para crear tu huerta será recuperada con el paso del tiempo pues los alimentos que produzcas en tu casa serán mucho más asequibles que los alimentos comprados en el mercado. Ahora te evitarás pagar por el transporte, el embalaje y todo el trabajo y recursos aportados por los intermediarios que llevan los alimentos a tu mesa. Además de realizar todo el proceso sin poner un pie en la calle, lo cual te ahorrará tiempo de desplazamiento y selección de los alimentos.

Es ecoamigable

Para la producción de alimentos en masa la industria alimenticia se ve obligada a hacer un uso exagerado de recursos naturales, malgasto de tierra y agua, así como la aplicación de químicos para favorecer la eficiencia de sus cultivos . Pero si produces tus alimentos en casa estarás poniendo un granito de arena para acabar con este modelo industrial que debe ser reformado.

Contacto con la naturaleza

Al tener una huerta en casa entiendes que el medio ambiente no es algo ajeno a ti. La vida en las ciudades modernas ha llenado de cemento cada rincón, dejando atrás a la fauna y flora para olvidar de dónde provenimos. Al sembrar tus propias frutas y vegetales estableces contacto con el entorno natural del que te has alejado, además empiezas a valorar cada alimento que integras a tus platos.

Pasos para crear una huerta casera

Tener una huerta en casa tiene su ciencia y cómo sabemos que es algo nuevo para ti, te desmenuzamos en qué consiste, así no tendrás excusa para empezar a disfrutar de una alimentación más orgánica y consciente.

La ubicación

Puedes elegir cualquier espacio que tengas al aire libre en tu hogar, ya sea un balcón, una terraza o un pequeño patio. El sitio seleccionado deberá recibir una buena cantidad de sol. Ahora debes proceder a desbastar el área, eliminando las piedras, maleza y demás suciedad. Sobre este lugar deberás poner los bancales para huerta con entre 25 y 50 centímetros de distancia entre uno y otro.

Elige tus plantas

Ahora deberás seleccionar las plantas que integrarán tu huerta. Para elegirlas debes tener en cuenta que estas deben ir acorde con el clima en que te encuentras, pues esto marcará el desenvolvimiento del fruto y el éxito de tu huerta. Los tomates, las zanahorias y las espinacas se encuentran en el listado de los alimentos más sencillos de cultivar.

El sustrato

Para esta fase puedes conseguir un abono orgánico o fabricarlo tú mismo con los restos de alimentos de tu cocina, espárcelo a lo largo de los bancales sobre la tierra de manera equitativa y haz tu primer riego.

Hora de sembrar

Debes seleccionar el tipo de siembra que harás, puede ser siembra directa que consiste es regar las semillas en la tierra o la siembra por almácigos que se realiza en pequeños envases a parte, compuestos con una capa tierra, una de compost y arena para el drenaje, allí pones las semillas y cuando la planta crezca podrás trasplantarla.

Riego

El riego cambia dependiendo del clima pues en verano puede ser dos veces por día cuando el sol se esconde, mientras que en invierno será cada tres días.

Plagas

Es importante que realices un control de los insectos, para que estos no acaben con tu cultivo, puedes hacer un repelente orgánico. Una buena mezcla consiste en agua y ajo, que deberás rociar sobre las hojas de las plantas para que los pequeños animales no se acerquen, o un spray con una infusión de lavanda también es una buena opción.

Para continuar con la onda eco sustentable descubre cómo crear un sistema de recolección de agua lluvia.

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