La planta Strelitzia reginae, también conocida como ave del paraíso es nativa del hábitat tropical, proviene específicamente de Baja California en México. Caracterizada por unos vivaces colores que le hacen adquirir un look bastante exótico, es una planta que necesita de protección y cuidado al igual que cualquier otra para desarrollarse y crecer tan hermosa como puede.
La Strelitzia reginae es una planta de tipo herbáceo, su nombre es originado por la silueta que posee su flor, ya que es bastante similar a la de un ave. Esta especie tropical es bastante común en los cultivos de invernadero y muy apetecida por los amantes de las plantas.
Si las plantas son una pasión para ti, entonces sabrás que factores como la luz, humedad, riego, abono y ubicación, entre otros, inciden en el éxito del cuidado de una planta. Por esta razón debes conocer a profundidad las condiciones específicas que dan lugar a tener una planta sana y florecida. Hoy te contaremos los cuidados específicos que requiere el ave del paraíso.
Condiciones ideales y cuidados de la planta ave del paraíso
Luz y temperatura
Debes poner especial atención al estado de la luz y temperatura que proporcionas a la strelitzia para garantizarle salud y vida. Como esta es una planta de origen tropical, requiere de abundante iluminación para crecer. Con 3 o 4 horas de luz solar directa será suficiente para verla florecer. Evita ubicarla en un sitio donde no pueda recibir luz solar, pues los rayos solares le son esenciales
Las bajas temperaturas y las condiciones de una helada no le favorecen en lo absoluto pues su temperatura ideal está entre los 12 y los 25 grados centígrados. Si vives en un lugar donde la temperatura puede alcanzar los 5 grados centígrados, tendrás que llevar la planta al interior del hogar donde el frío de la intemperie no la afecte.
Riego
Otra condición importante que debes propiciar para la salud de esta planta es un buen riego, la humedad constante es una de sus aliadas a la hora de obtener la supervivencia. Sin embargo la cantidad de agua que reciba si debe ser mesurada. Poco a poco irás conociendo la planta y entendiendo el nivel exacto de agua que requiere. Debe estar ligeramente humedecida pero evitando el encharcamiento.
Teniendo esto en cuenta debes regarla a diario o cada dos días durante los meses calurosos y en invierno puedes hacerlo cada 3 días aproximadamente. Nunca dejes que su sustrato seque del todo.
Abono
Para mantener a tu ave del paraíso llena de vida te aconsejamos usar fertilizantes antes de la temporada de floración, aplicándolo dos veces al mes. El abono que apliques deberá contener altos índices de nitrógeno, potasio y magnesio.
Conoce su flor
Una planta de ave del paraíso puede tener a lo sumo hasta 6 flores, que pueden durar por un periodo prolongado de tiempo. Cuando las flores se marchiten se debe podar por la base de la flor, así saldrán nuevas flores.
La flor ave del paraíso se ubica sobre un tallo que suele poseer una altura de 60 a 152 centímetros. Estas hermosas flores suelen tener un grupo de tres a cinco sépalos verticales de una amarillo vivo, que surgen de una bráctea de unos 15 centímetros, acompañados de dos o tres pétalos horizontales de color azul profundo.
Cada flor cuenta con tres pétalos azul violeta, de estos dos se unen para crear un nectario puntiagudo, con tres sépalos naranja vibrante que se posan erguidos frente a los pétalos.
Proceso de trasplante del ave del paraíso
El trasplante de esta planta debe hacerse de manera anual al comienzo de la primavera, durante sus primeros 5 años de vida. Para realizarlo puedes usar una maceta un poco más grande en medidas que la anterior, el cambio de tamaño no debe ser muy exagerado. Debes hacerlo de manera progresiva hasta alcanzar los 30 cm de diámetro en la maceta que la dejarás para el resto de su vida.
Pasos del trasplante:
- Retira el cepellón con delicadeza para no afectar las raíces.
- Extrae los trozos de tierra enredados a las raíces.
- Acomoda con el sustrato ideal para esta planta, puedes emplear mantillo de estiércol y un poco de arena gruesa para el drenaje y siembra.