Cómo cuidar y cultivar gardenias en macetas

Las gardenias son plantas pertenecientes a la familia de las rubiáceas, se destacan por sus grandes flores de color blanco, muy similares a las rosas y por su intenso aroma. Existen alrededor de 134 especies aceptadas, pero una de las más comunes es la Gardenia jasminoides. Aunque su cuidado no es sencillo, es posible disfrutar de su belleza en amplios jardines y macetas. A continuación, te daremos información básica sobre su cultivo y cuidados para que puedan mantenerse sanas.

Gardenias en macetas

Esta planta de tipo arbustivo es originaria de las zonas tropicales de Asia y según la especie, puede alcanzar hasta los 2 metros de altura. Sobrevive en exterior e interior, aunque puede adaptarse a la semisombra, la recomendación es dejarla al sol directo. Si va a estar dentro de tu casa, debería ser con muy buena iluminación y ventilación, por ejemplo, cerca de una ventana.

Como es de origen tropical, no soporta bien el frío y las heladas. Si vives en un lugar en donde hay inviernos fuertes, lo mejor es plantarla en macetas para que sea posible moverla. A esta planta le gusta la humedad ambiental y en las raíces, por lo que siempre debe tener a su disposición agua.

Ubicación

  • Aunque pueden estar a pleno sol, la recomendación es que reciba algo de sombra en las tardes de verano, ya que el sol será muy intenso. La temperatura ideal para su crecimiento está entre los 15-30 ºC, por debajo de 7 ºC sufrirá daños considerables.
  • Respecto a la maceta, lo mejor es optar por una que sea 10-15 cm más grande que la del vivero, de esta manera las raíces tendrán espacio para establecerse y crecer. También es muy importante el buen drenaje, revisa que tenga varios orificios o hazlos antes de plantar.
  • Si la gardenia está en un ambiente oscuro o bajo algo de penumbra, no generará flores.

Sustrato

  • Asegúrate de elegir tierra que sea ligera y rica en materia orgánica, evita que retenga agua.
  • Aléjate de los sustratos que con el paso del tiempo se vayan compactado, ya que llegará un punto en que las raíces no seguirán crecimiento y morirán debido a que se están asfixiando.
  • También necesitan de un sustrato con un pH ligeramente ácido, esto es clave para tener una gardenia frondosa, brillosa y floreciendo. Para ello, utiliza productos que de forma natural hagan la tierra más ácida, por ejemplo, la turba rubia, el peat moss o musgo sphagnum.
  • Se aconseja abonar 1 vez al mes para que mantenga el brillo de sus hojas y siga floreciendo.

Riego

  • Riega a profundidad una vez que la superficie de la tierra se haya secado, para cerciorarte puedes introducir uno de tus dedos. Evita regar en exceso para prevenir daños en las raíces, así como rociar o mojar el follaje para reducir el riesgo de infección por hongos.
  • El agua de lluvia es excelente al ser más pura, si tienes la oportunidad no dudes en usarla.
  • La planta siempre debe permanecer con el bloque húmedo o fresco, pero sin encharcar.
  • Cuando la planta se deshidrata se notará rápidamente, pues estará decaída. Los tallos más altos en la parte superior se empiezan a doblar y si está florecida, las flores se marchitarán.

Poda

  • Para mantener este arbusto compacto y hermoso, pódalo ligeramente cuando termine el periodo de floración. Asegúrate de eliminar todas las ramas que estén dañadas y las flores marchitas, pues esto favorecerá una nueva floración.

Plagas

  • Puede ser atacada por la cochinilla algodonosa y los áfidos. También están los trips, que son insectos que se alimentan de la savia de la planta y si no se trata a tiempo pueden afectar demasiado a la planta. Para controlar esta plaga una forma efectiva es el jabón potásico.
  • Los trips son muy difíciles de ver, incluso cuando han crecido siguen siendo muy pequeños. Son de color negro y se pueden trasladar con facilidad por toda la planta.

Trasplantar

  • Si la maceta en la que está la gardenia es muy pequeña, puedes pasarla a una nueva a finales de invierno o principios de primavera. Elige una maceta que sea un poco más grande y agrega un nuevo sustrato en ella. En este proceso no es necesario podar las raíces.
  • No olvides regar la planta y dejarla en un lugar soleado para que se recupere rápidamente.
  • Las formas ideales para su propagación son por medio de acodo y esquejes.

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