Plantas carnívoras: tipos y cuidados

Conoce las diversas variedades de estas plantas y lo que necesitan para vivir.

Las plantas carnívoras han sido motivo de admiración e intriga desde la antigüedad. Parecen sacadas de un libro de ciencia ficción, pero son completamente reales. Hoy te detallaremos todo lo que se debe saber sobre ellas. Incluso te hablaremos de los cuidados generales que se deben aplicar si quieres tener una en casa.

¿Cómo son las plantas carnívoras?

Las plantas carnívoras son aquellas que pueden digerir pequeños insectos, o incluso vertebrados como lagartijas y roedores pequeños. Existen más de 700 especies en todo el planeta, menos en la Antártida. Estas plantas atrapan y digieren animales con el fin de adquirir nutrientes adicionales, ya que generalmente crecen en lugares muy rústicos con suelos que son pobres en nutrientes.

Todas las plantas carnívoras cuentan con un mecanismo de captura, el cual puede varias dependiendo de la especie que estemos tratando. Algunos ejemplos de estos mecanismos son:

Pinzas: las únicas especies que tienen pinzas para atrapar a los insectos son la Dionaea muscipula (venus atrapamoscas) y la Aldrovanda. Estas plantas cuentan con cilios detectores que se cierran cuando un organismo se posa en ellos. Este mecanismo se asemeja a unas pequeñas fauces que abren y cierran.

Pelos pegajosos (tricomas): es el usado por la Drosera. Sus hojas presentan unos filamentos que segregan un fluido viscoso, llamado musilago. Los insectos que se posan sobre los filamentos se quedan pegados a ellos.

Trampas de caída: son trampas en forma de copa o jarrón. En el fondo tienen un líquido acuoso que sirve para ahogar al insecto. Este es el caso de la planta llamada sarracenia. Tiene trampas en formas de jarros. Los isectos caen dentro de dichos jarros, que continen agua y encimas digestivas.

Trampas mecánicas: exclusivas del género Uticularia. Es el mecanismo más complejo y se encuentra en el tallo de estas plantas acuáticas. El mecanismo funciona como una vejiga de succión.

Trampas olla: las especies del género Genlisea (planta de sacacorchos) atraen a los insectos de forma química. Cuentan con una hoja en forma de Y que permite al organismo entrar, pero no salir.

¿Cómo cuidar una planta carnívora?

En general, Las plantas carnívoras son plantas perennes fuertes y de vida extensa. Pero esto no significa que sean indestructibles o crezcan bajo cualquier condición. Muchas especies de esta gran familia requieren una cantidad de luz y una temperatura específicas, y algunas otras especies requieren una matera específica para poder crecer plenamente.

El cuidado depende mucho de la especie en la que se cultiva y del clima. Los más importantes se enumeran a continuación.

Lo primero es la adaptación

Todas las plantas carnívoras requieren un período de aclimatación cuando se cultivan en casa. Estas especies deben cuidarse con constancia. Se recomienda poner la planta en un terrario que cuente con buena humedad al principio. También se recomienda sacarla de vez en cuando para respirar y ventilarse unos minutos. Después de algunas semanas, se puede retirar del terrario de forma permanente y sembrar de manera normal según el tipo de planta carnívora que tengas.

Iluminación

Para un crecimiento pleno, las plantas carnívoras requieren de abundante luz solar. De hecho, existen especies que necesitan que los rayos del sol les den directamente durante al menos 5 horas. Otras variedades como la Drosera no quieren sol directo, pues sus trampas pueden quemarse por el exceso de luz. Sea cual sea el caso, estas plantas en general no crecen bien en lugares de mucha sombra. También debes tener en cuenta que la luz que reciban debe ser natural y no artificial.

Temperatura

Para la temperatura, lo primero que debes hacer es identificar si tu planta es tropical o no tropical. Por ejemplo, la Dionea y la Sarracenia necesitan estar por debajo de los 5 grados centígrados en su época de hibernación. La Drosera, por el contrario, es una planta tropical que no tolera el clima frío.

Matera

Las plantas carnívoras crecen mejor en macetas de plástico, dado que son más resistentes y vienen en muchos tamaños, según la planta que poseas. Evita las materas de barro, ya que pueden contener elementos solubles en agua que tocarán el sustrato envenenándola.

Riego

El proceso de riego debe llevarse a cabo utilizando agua destilada o agua de lluvia. No debes usar agua de grifo o de botella, ya que puede ser demasiado alcalina para la planta. Esto dañará su sistema radicular. En el caso de la Dionaea muscipula o la Sarracena, el riego debe hacerse por inmersión. Para ello toma un plato con agua que no sea profundo y ubícalo debajo de la matera.

Abono

Estas plantas rara vez necesitan ser abonadas y en muchos casos se desaconseja. Como ya sabes, obtienen sus nutrientes de los organismos que atrapan y digieren, y en menor medida, del medio o sustrato donde se encuentran. Existen casos particulares, como el de la Drosera, que sí requiere de abonado foliar, nunca sobre el sustrato.

Sustrato

En general, las plantas carnívoras necesitan de un sustrato que contenga turba rubia, fibra de coco y musgo sphagnum, para que logre un crecimiento adecuado y cuente con el drenaje que necesita.

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