Violeta africana: cómo regarla para que no se marchite

Purple saintpaulia in a white pot on a windowsill against a background of greenery close-up

Si aplicas un riego adecuado, tu Saintpaulia crecerá y florecerá de manera permanente.

La violeta africana, de nombre científico Saintpaulia, es una planta perenne nativa de África. Perteneciente a la familia de las Gesneriaceae. Es muy popular para la decoración de interiores por sus llamativas flores de color morado intenso, aunque también las puedes encontrar en rosado, rojo o blanco. Sus flores tienen estambres amarillos que contrastan muy bien con las tonalidades típicas de los pétalos. Su sistema radicular es poco profundo, lo cual facilita su crecimiento en macetas pequeñas y anchas. La variedad más conocida de esta planta es la Saintpaulia Ionantha.

Como ya sabrás los cuidados que apliques a esta y a cualquier planta harán la diferencia en su aspecto y salud. En el caso de la violeta africana el riego es un factor fundamental en su desarrollo. Sin embargo regar a la Saintpaulia no es tan complicado como parece. En realidad, estas encantadoras plantas son sorprendentemente adaptables y fáciles de tratar. ¿Te preguntas cómo regar una violeta africana? Hoy te explicaremos a detalle cómo hacerlo para que suplas todas las necesidades de agua de esta bella planta.

Un indicador importante al regar las violetas africanas, es recordar que el exceso de agua es la razón principal por la que esta no prospera, se estanca en su crecimiento o fallezca. Regar en exceso, sin duda, es lo peor que puedes hacer por tu violeta africana.

¿Cuándo regar una violeta africana?

Violeta africana: cómo regarla para que no se marchite

Antes de regar, siempre debes verificar el estado de la tierra, metiendo el dedo uno o dos centímetros bajo tierra. Si el sustrato se siente húmedo, intenta regar nuevamente tras un par de días. Es más saludable para la planta si permites que la tierra seque ligeramente entre cada riego que realices, pero nunca debe estar completamente seca. He allí el truco del asunto, es un tema de encontrar el punto de equilibrio.

Una táctica fácil para regar una violeta africana es colocar la maceta en un recipiente con no más de una pulgada (2,5 centímetros) de agua. Retírala del agua después de unos 20 minutos, o hasta que la mezcla para macetas esté húmeda. Nunca dejes que la maceta permanezca en el agua por más tiempo, para evitar la pudrición de raíces. También puedes regar en la parte superior de la planta, pero ten cuidado de no mojar las hojas.

En realidad, es bueno regar a fondo desde la parte superior de vez en cuando para filtrar las sales que pueden acumularse en la tierra para macetas. Riega bien y deja escurrir la maceta.

Consejos para regar las violetas africanas

  • Las violetas africanas tienden a ser sensibles al agua fría, lo que puede crear anillos blancos (manchas anulares) en las hojas. Para evitar esto, deja reposar el agua del grifo durante la noche antes de regar. Esto también permitirá que el cloro se evapore.
  • Una mezcla ligera y porosa para macetas es mejor para las violetas africanas. Una mezcla comercial de violetas africanas funciona bien, pero será aún mejor si le agregas un puñado de perlita o vermiculita para mejorar el drenaje.
  • También puedes usar una mezcla para macetas comercial regular mezclada con la mitad de perlita o vermiculita.
  • Durante las temporadas cálidas, en primavera y verano, puedes regar dos veces por semana. En otoño reduce los riegos a una a la semana y en invierno puedes disminuir la frecuencia aún más, regando cada 15 días. Siempre debes propiciar un buen nivel de humedad, pero sin encharcar.
  • Un punto importante para que la violeta africana no sufra por un riego desmedido es sembrarla en un sustrato que retenga la humedad, pero que drene bien. Para evitar el encharcamiento puedes mezclar en partes iguales mantillo, turba, arena y sustrato universal.
  • Si tu violeta africana se pudre, puede deberse a un exceso de riego. Intenta sanarla sacando la planta de la maceta y removiendo el sustrato mojado, con delicadeza para no dañar las raíces. Déjala al aire entre 12 a 24 horas y cambia el sustrato por uno nuevo.
  • Si tu planta presenta una tonalidad amarilla en sus hojas puede deberse también a la frecuencia de riego, deberás espaciarlos un poco más. Haz el cambio de manera escalonada hasta notar progreso.

Recuerda que realizar un riego adecuado hará que la planta florezca y se mantenga sana. Si realizas un riego insuficiente verás señales como resequedad, estancamiento, escasez de flor y hojas pálidas.

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