En la gran mayoría de hogares, en la actualidad, se consumen huevos con fines alimenticios. Y en casi todos los casos arrojan la cáscara de este alimento a la basura, sin saber que este elemento es de suma utilidad para nutrir las plantas. Si te preocupa gastar mucho dinero en fertilizante para las plantas de tu hogar, huerto o jardín, puedes elaborar tu propio fertilizante ¡utilizando cáscaras de huevo!
Las cáscaras de huevo están compuestas en gran medida por carbonato de calcio. Además, también contienen nitrógeno, magnesio, potasio y fósforo. Todos estos son nutrientes que fomentan el crecimiento y la producción de frutos en las plantas.
Existen varias maneras, bien sea triturando las cáscaras, o elaborando infusión a partir de esta, con las cuales podemos abonar el sustrato. A continuación te las explicamos.
Cáscaras trituradas
Con esta metodología, lo único que debemos hacer es conservar las cáscaras de huevo que hayas utilizado para tu consumo. Enjuaga las cáscaras con agua tibia y déjalas secar. Asegúrate de eliminar cualquier residuo de la yema o la clara que pueda haber quedado. Aquí buscamos conservar la parte exterior y la membrana, ya que esta parte es la que contiene muchos de los nutrientes. Idealmente, intenta utilizar al menos 4 o 5 cáscaras.
Luego debes triturar las cáscaras hasta obtener pedazos lo más finos que puedas. En lo posible debe quedar como un polvo. Puedes utilizar pedazos más grandes triturados con las manos, pero estos se descompondrán más lentamente que si están triturados finamente. Puedes utilizar un mortero para facilitar esta tarea.
Luego puedes depositar el polvo en el agujero donde piensas sembrar tu planta nueva, o alrededor de la base de la planta si se trata de un ejemplar ya grande. No hay que cubrir el polvo de las cáscaras con la tierra. A medida que este se descomponga, liberará calcio y otros nutrientes en el sustrato. Esto ayudará a tus plantas a crecer fuertes y saludables.
Té de cáscara de huevo
Al igual que con el método anterior, debemos lavar las cáscaras y asegurarnos de preservar la membrana interior. Debemos triturarlas de la misma manera hasta obtener un polvo. Puedes ayudarte con un procesador de alimentos o mortero. También sirve un molino de café.
Coloca al menos 2 cucharadas del polvo obtenido de las cáscaras en una olla grande. Agrega 4 litros de agua. Luego, agrega 1 cucharada de sales de Epsom para brindar nutrientes adicionales, como magnesio y sulfato. Pon la olla en el fuego y deja que el agua hierva varios minutos. Hervir el agua ayuda a que el polvo de las cáscaras comience a liberar nutrientes de una manera más rápida.
Retira la olla del fuego y deja reposar la infusión por al menos un día completo. Es importante mantener la infusión tapada. Durante este tiempo las cáscaras seguirán liberando más nutrientes en el agua.
Cuela el agua e introducela en un recipiente atomizador. Deja que la mezcla repose por un par de días antes de comenzar a utilizarla sobre tus plantas. Esto se hace con el fin de garantizar que el té de cáscaras esté a temperatura ambiente, con el fin de evitar dañarlas (esto puede suceder si el agua está muy caliente, o por el contrario demasiado fría). A la hora de dejar el frasco reposar en el exterior, este debe permanecer tapado y lejos de la luz solar directa (idealmente bajo la sombra). Los restos de las cáscaras resultantes luego de haber colado el agua pueden ser descartados, ya que la gran mayoría de sus nutrientes ya han sido liberados en el agua.
Ahora solo debes regar las plantas con la infusión de cáscara de huevo. Este tipo de fertilizante lo puedes aplicar a tus plantas mensualmente. Siempre guarda la mezcla en un lugar seco y frío.
Como ves, es muy sencillo utilizar este fertilizante natural para darle una nutrición adicional a tus plantas. Los fertilizantes no son otra cosa que elementos que le agregaremos al sustrato de nuestras plantas para que éste recupere aquellos compuestos que se van perdiendo con el pasar del tiempo. Existen de muchos tipos, y en nuestros hogares podemos encontrar muchos elementos que pueden cumplir esta función. No por el hecho de no haber sido adquiridos en un vivero o tienda de jardinería, significa que no puedan cumplir esta función y ser beneficiosos para nuestras plantas.
Piel vegetal
Por último, el consejo es utilizar zanahorias, calabazas y patatas como abono, ya que son ricas en vitaminas. “Simplemente córtalos en cubos y mézclalos con la tierra. Éstos ayudan al desarrollo y a conserver la salud de la planta con nutrientes, fibras y minerales orgánicos”.
Recomendamos que no se debe utilizar demasiado fertilizante para no sobrecargar la planta. Antes de fertilizar debes regar la planta, así el fertilizante se repartirá mejor por el sustrato.
Restos de café
Después de preparar el café (sin azúcar), espera que se enfríen los restos en el colador, luego arroje las heces al suelo, mezcle y riegue. Los restos de café son excelentes fertilizantes naturales ya que son ricos en nitrógeno, fósforo y potasio.
La reutilización de los alimentos enumerados anteriormente promueve la fertilización orgánica prolongada, que proporciona una cantidad mínima de nutrientes que se introducen constantemente en el suelo.