Las bajas temperaturas pueden afectar negativamente la salud de nuestras plantas y en ocasiones no sabemos cómo proceder ante una situación como esta. Te contamos los pasos a seguir para recuperar tu jardín después de una helada.
¿Cómo rescatar una planta tras una helada?
Existen plantas que pueden ser sensibles a las bajas temperaturas y muchas de ellas no sobreviven a este fenómeno. Generalmente después de una helada las plantas pueden estropearse y dejar tallos y hojas secas que habrá que eliminar desde su base.
Para recuperar la planta es recomendable esperar unos días para identificar las ramas secas. Luego se puede proceder cortando las partes afectadas. En caso de tener una rama verde, sólo se deben cortar las hojas secas, más no la rama completa. Si toda la parte de la planta se vio afectada, habrá que cortarla desde la base.
Para aquellas plantas que han sido afectadas en su totalidad, lo mejor es removerlas de su matera o recipiente y sembrar una nueva. Sin embargo, es recomendable esperar un par de semanas para esto, ya que en ocasiones, después de realizar cortes sobre varias de las partes, la planta comienza a desarrollar nuevos brotes.
¿Cómo prevenir daños futuros frente a una helada?
Si vives en una zona propensa a bajas temperaturas o heladas frecuentes, lo mejor que puedes hacer es proteger con antelación tus plantas.
La mejor solución frente al frío es resguardar las plantas de las bajas temperaturas. Si tienes plantas en macetas fuera de casa que pueden ser transportadas, llévalas adentro. La mejor solución es colocar las plantas en el interior de la casa como decoración, así obtendrán el calor necesario sin restarte espacio. Recuerda también ubicarlas de acuerdo a sus necesidades de luz solar. También evita colocar las plantas cerca de ductos de ventilación, pues pueden secarse o morir.
Otra manera de proteger tus las plantas del frío es agruparlas en tu jardín si este cuenta con un techo, tipo pórtico o zaguán, Además, se aconseja cubrirlas con tela antiheladas para abrigarlas durante la noche.
¿Qué es la tela antiheladas?
Este material también identificado como manta térmica para plantas es, como su nombre lo indica, una mantilla o tul que protege plantas y cultivos de condiciones climatológicas como el frío, la escarcha, el hielo y la nieve. Es un material poroso, lo que significa que deja pasar el aire y el agua, y además retiene el calor del suelo.
Otras alternativas
Si en cambio, ubicas tus plantas en un balcón, te recomendamos hacer primero una poda de las partes que dañadas o secas y meter las plantas dentro de pequeños invernaderos. Los invernaderos para balcón tienen múltiples ventajas, se caracterizan por su accesibilidad y practicidad. Incluso en un espacio muy reducido, puedes cultivar y mantener tus propias plántulas, mientras están protegidas de las adversidades climáticas.
Los invernaderos para balcón vienen generalmente generalmente en forma de estante, sea en madera o de metal, y están cubiertos con una película transparente o paneles de vidrio. Gracias a su tamaño reducido, se pueden montar y desmontar muy rápidamente.
Elige plantas adecuadas para tu clima
Es la opción más simple y menos demandante. Averigua las características climáticas de la zona en la que vives, desde las temperaturas más bajas hasta las más altas posibles durante el año en tu área, para conseguir plantas que las resistan. Algunas plantas quizás se sequen, pierdan las hojas o se vuelvan inactivas en invierno, así que investiga qué plantas se adaptan bien al clima. La desventaja de este método es que, evidentemente, la selección de plantas se ve limitada.
Riega tus plantas
Riega el suelo alrededor de las plantas antes de una noche muy fría o de la helada. El suelo atrapa mejor el calor cuando está mojado en vez de seco. El agua se evapora lentamente, lo que calienta el aire alrededor de las plantas. No lo hagas si se espera una helada muy fuerte, pues se podría terminar congelando. Sin embargo, si se trata de una escarcha o helada leve, el riego puede ayudar a retener el calor del día durante la noche.
No riegues el suelo que ya está congelado, pues no funcionará y empeorará las condiciones de tus plantas. Tampoco riegues abundantemente el suelo alrededor de suculentas, pues no toleran los niveles de humedad.
Ubica fuentes de calor
Si se prevé un episodio de frío intenso que las plantas no podrán resistir, puedes ayudarlas proporcionándoles una fuente de calor, cúbrelas con un toldo de plástico, una tela antiheladas o un invernadero casero, como te indicamos anteriormente, y coloca la fuente de calor por dentro.
Algunas fuentes de calor posible son las luces navideñas o una bombilla de 100 watts, pues no son lo suficientemente calientes como para llegar a para dañar las plantas, pero sí brindan el calor necesario para incrementar la temperatura. No coloques la fuente de calor en contacto directo con las plantas mismas, sino algo alejada, de manera que aumente la temperatura sin llegar a quemarlas.
Garantiza el uso de materiales seguros con el fin de evitar una situación peligrosa. Descubre las plantas y apaga la fuente de calor durante el día para permitir que se ventilen. Esto la producción de incendios a causa de una bombilla recalentada.