Te contamos todos los detalles para mantener a esta magnífica planta.
El palo de agua, también conocida como tronco de Brasil, es una planta de origen tropical, apta tanto para interiores como exteriores. Es una planta perenne, que cuenta con hojas largas y colgantes, que se distinguen por tener una franja amarilla en el medio. Su tronco es grueso y de color marrón. No es común que florezca, ya que el proceso de floración en esta planta solo ocurre dos veces durante su vida, así que no es tan común ver un palo de agua con flores.
Variedades más comunes del palo de agua
Massangeana: las hojas presentan una línea en el centro de color amarillo.
Lindenii: las hojas son verdes, pero tienen los bordes de color amarillos (no el centro).
Lima Limón: tiene hojas con líneas de color amarillo claro alrededor de una línea central, que es de color verde.
Principales cuidados de la planta palo de agua
Es una planta cuyas hojas pueden quemarse fácilmente, por lo cual no puede estar expuesta a la luz del sol de manera directa por un tiempo prolongado. Tampoco se puede dejar enteramente a la sombra. La temperatura ideal para que la planta crezca sanamente es alrededor de los 20 grados centígrados. Si la planta no recibe el calor suficiente, sus hojas pueden comenzar a mancharse hasta caerse del todo. La planta no debe estar expuesta a temperaturas menores a 12 grados centígrados.
El sustrato debe permanecer humedecido. No necesita riego constante, pero sí buena humedad. Se suele regar la planta de 2 a 3 veces por semana. Si notas que las hojas empiezan a secarse, puedes aplicar agua directamente sobre las hojas con la ayuda de un rociador.
Reproducción del palo de agua
El palo de agua puede reproducirse mediante esquejes, o utilizando troncos podados, de los cuales pueden nacer raíces. Se debe abonar durante épocas de más calor (primavera o verano) para garantizar que absorba todos los nutrientes necesarios.
La maceta ideal
El tronco de Brasil es una planta que puede llegar a crecer bastante, por lo cual la planta puede marchitarse si no tiene el suficiente espacio para crecer. Si la matera que usas es pequeña, deberás trasplantarla. Este proceso se hace habitualmente cada dos años.
Plagas peligrosas
Te comentamos cuáles son las plagas más comunes que pueden atacar tu palo de agua. Aunque esta es una planta muy resistente, si nos descuidamos con el riego o el abonado, tu tronco de Brasil puede ser víctima del ataque.
Araña roja: es un tipo de ácaro de aproximadamente 0,5 milímetros, de color rojo, que se alimentan de las hojas. Al igual que las arañas, producen telas por las cuales se trasladan de una hoja a otra. Los síntomas son manchas decoloradas o amarillas, además de la telaraña en las hojas de tu planta.
Cochinillas: son insectos que se depositan en las hojas y tallos verdes, causando pérdida de color y deformaciones. Se pueden quitar fácilmente con un algodón humedecido.
Pulgón: son parásitos de unos 0,5 centímetros en su tamaño,que se alimentan de las hojas más nuevas, así como también de los capullos. Igualmente causan pérdida de color de la zona afectada.
Septoriosis: es un hongo que produce manchas grisáceas sobre las hojas afectadas. Se trata con fungicida.
En general, cuando identifiques que tu planta está siendo afectada por plagas o enfermedades, tendrás que emplear el producto adecuado para recuperarla, ya sea un plaguicida, un insecticida o un fungicida, dependiendo del caso.
Otros aspectos que debes considerar sobre el palo de agua
Si notas que las hojas de tu planta no crecen o se han comenzado a deformar, seguramente se debe a falta de abono. Hay que abonarla durante las épocas de primavera y verano, sin falta, de preferencia con un abono que sea líquido.
Si observas pérdida de color de las hojas, esto puede deberse falta de luz o de fertilizante (abono). Hay que mover tu planta hacia un espacio que sea más iluminado.
Si por otra parte empiezas a notar quemaduras marrones en las hojas de tu palo de agua, puede deberse a que ha estado expuesto al sol de manera directa. Si es el caso, hay que alejar la planta del sol y de las ventanas. Nunca debe recibir los rayos del sol de manera directa.
