Aprende a cultivar y cuidar un eucalipto

El eucalipto es una especie arbórea que puede alcanzar alturas muy grandes, desde los 15 metros hasta más de 100 metros. Su tronco es recto y su corteza suele ser lisa, pero en algunas especies puede ser rugosa o estar cubierta de escamas. Las hojas del eucalipto son persistentes y tienen forma ovalada o alargada. Su color es verde claro en la parte superior y blanquecino por debajo. Las flores del eucalipto son grandes y pueden ser blancas, rosadas o rojas, y aparecen en grupos en la punta de los ramos.

Muchas personas utilizan los eucaliptos como plantas de interior debido a su aroma y porque pueden crecer bastante rápido, así que un eucalipto en maceta puede ser una excelente opción si no tienes espacio disponible en tu jardín o simplemente quieres tener un eucalipto como planta de interior, pues puedes controlar su crecimiento de acuerdo al tamaño de la maceta y con una constante poda.

Además, los árboles de eucalipto se utilizan para una amplia gama de propósitos, incluida la producción de madera, la producción de aceites esenciales y como plantas ornamentales, también, es una planta conocida por sus beneficios para la salud como; Alivia la congestión nasal, reduce la inflamación, aliviar el dolor de cabeza y mejorar la concentración. Si deseas cultivar y cuidar una planta de eucalipto aquí te enseñamos como:

Cuidado de las plantas de eucalipto

Los eucaliptos son árboles conocidos por su rápido crecimiento y su capacidad de producir grandes cantidades de aire fresco. Si bien se adaptan bien a la mayoría de los climas, es importante tener en cuenta que estas plantas pueden ser muy exigentes en cuanto a sus requerimientos de agua y luz. Si estás cuidando un eucalipto en maceta, aquí hay algunos consejos para asegurarte de que tu planta se mantenga sana y fuerte:

  1. Asegúrate de que tu maceta sea lo suficientemente grande para el tamaño de la planta, pues, los eucaliptos crecen rápidamente y necesitan un espacio adecuado para desarrollarse, lo recomendado es que la maceta tenga al menos 20 cm de diámetro más grande que el tamaño actual de la planta.
  2. Proporciona una buena cantidad de luz solar, esto debido a que los eucaliptos necesitan mucha luz para crecer y florecer, por lo que es importante asegurarse de que tu planta reciba suficiente luz durante el día con al menos 6 horas de sol directo.
  3. Usa un suelo bien drenado, ya que los eucaliptos no toleran el exceso de agua en el suelo, por lo que es importante usar un suelo que drene bien. Además de esto, el eucalipto tolera la mayoría de los suelos, pero necesita una mezcla para macetas que drene bien y con un pH del suelo ligeramente ácido a neutro.
  4. Regula el riego de tu eucalipto proporcionándole suficiente agua, ya que los eucaliptos son resistentes a la sequía, pero necesitan un poco de agua regularmente para mantenerse saludables, pero no permitas que el suelo se seque completamente entre riegos, es importante mantener el suelo húmedo, pero no encharcado.
  5. Usa un fertilizante balanceado para proporcionar nutrientes a tu planta, un fertilizante de liberación lenta funcionará bien para esto, debido a que los eucaliptos son plantas exigentes y necesitan una buena cantidad de nutrientes para crecer y florecer.
  6. Poda regularmente tu eucalipto para mantener su forma y tamaño deseados. Esto también ayudará a promover el crecimiento de nuevas hojas y ramas, así como prevenir enfermedades y plagas.
  7. Cuida tu planga de las plagas, los árboles de eucalipto están completamente libres de los principales problemas de plagas y enfermedades. Sin embargo, los agujeros en la corteza, el llanto de savia y la decoloración de las hojas son signos de infección, si ves estos signos en tu planta, retira el área afectada de la planta inmediatamente.

Siguiendo estos consejos, veras como tu planta de eucalipto en maceta debería crecer fuerte y saludable.

Propagación y cultivo del eucalipto

La propagación del eucalipto en maceta es relativamente sencilla y puede realizarse de varias maneras. Una opción es a partir de semillas. Para ello, es necesario primero refrigerar durante dos meses las semillas antes de plantarlas, pasado este tiempo preparar la maceta, para esto rellénela con un sustrato preparado especialmente para eucaliptos o con una mezcla de tierra y arena.

Luego, siembre las semillas en el interior a fines del invierno, aproximadamente de 10 a 12 semanas antes de la fecha de la última helada esperada en su área. Después coloca las semillas sobre la superficie del sustrato y cubrirlas ligeramente con arena o tierra, riega abundantemente y cubre la maceta con un plástico transparente para mantener la humedad y la temperatura adecuadas.

Ya con esto, coloca la maceta en un lugar luminoso y cálido con mucha luz indirecta y mantenga el medio de cultivo húmedo, pero no mojado cuando lo rocíe, remover el plástico cuando aparezcan las primeras hojas y riega de forma regular, las semillas deberían germinar en dos o tres semanas. Las plántulas están listas para emerger cuando miden aproximadamente 6 pulgadas de alto.

Otra opción es propagar el eucalipto a partir de esquejes, aunque de esta manera no siempre la planta florece, puede ser una forma económica y conveniente de obtener una nueva planta, para ello, es necesario:

Primero preparar un recipiente pequeño con 3 partes de abono de corteza por 1 parte de perlita, luego agrega un fertilizante de liberación lenta adecuado para el tamaño de su maceta, el cual hidratara el medio de cultivo. Ya con esto selecciona una ramita sana y vigorosa del eucalipto madre, cortar el esqueje con un cuchillo afilado, asegurándote de que tenga al menos dos hojas y un par de yemas. Retirar las hojas inferiores y preparar el esqueje para su plantación en la maceta.

Coloca el esqueje en el sustrato y riega abundantemente, finalmente cubre la maceta con un plástico transparente y colocarla en un lugar cálido y con luz indirecta y remueve el plástico cuando aparezcan las primeras hojas.

Es importante tener en cuenta que el eucalipto es una especie que necesita mucha luz y agua, por lo que es fundamental mantener la maceta en un lugar luminoso y regar de forma regular, evitando que el sustrato se seque demasiado. También es recomendable fertilizar cada 15 días con un fertilizante específico para eucaliptos, esto ya sea en cultivo por semillas o esquejes.

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