Hermosa, popular y fragante, la lavanda encanta a todos los que tienen un jarrón o una plántula de esta especie. Además de sus propiedades calmantes, también es famosa por su olor dulce y las icónicas flores moradas que crean un estado de ánimo tranquilo y armonioso dondequiera que estén. ¡Mira los consejos de expertos y las bellas imágenes para que separes un rincón en tu casa!
Como cuidar la lavanda
Como cualquier planta, la lavanda necesita cuidados especiales para crecer hermosa y saludable.
Riego de lavanda
las plántulas nuevas deben regarse a diario, pero sin dejar que se empapen. Luego, solo riegue cada dos días o incluso una vez a la semana en períodos con mucha humedad en el aire. ¡Nunca dejes un plato con agua debajo del jarrón!
Cultivo
La lavanda es una planta perenne que puede vivir hasta 15 años. Se puede cultivar en el campo o en macetas, a partir de semillas o plántulas. El suelo debe corregirse con cal y fertilizarse antes de plantar. El control de malezas debe hacerse con frecuencia.
iluminación
Cuanta más luz, calor y sol reciba, más aceite esencial producirá y más fragante y vigorosa será. Dentro de la casa, debe estar al lado de las ventanas, para recibir suficiente luz.
Cuidados
En la maceta, debes cuidar el riego para no dejar la tierra empapada. La alta humedad favorece las enfermedades fúngicas. Necesita de seis a ocho horas de luz solar al día. Se recomienda la fertilización con nitrógeno.
Clima
La lavanda prefiere climas cálidos y ligeramente secos, inviernos suaves y veranos soleados; es sensible a las heladas.
Propagación
La lavanda se puede sembrar o multiplicar a partir de esquejes. La siembra debe realizarse durante el otoño en climas templados, y a principios de primavera en regiones más frescas. Las semillas se depositan en el suelo y se cubren con una fina cama de tierra, según su vigor. Si la siembra se hace en macetas, se deben colocar de tres a cuatro semillas. Estos deben estar expuestos al sol. En Brasil, la forma de propagación más común es por esquejes, debido a su bajo costo. Para ello, retira los esquejes de los extremos de las ramas más fuertes. Deben tener 0,10 m de largo y sus extremos cortados en bisel. Frote canela en polvo en la punta (que sobresaldrá del suelo). Retire las hojas de la parte inferior. Estos esquejes se pueden plantar en vasos de plástico, donde permanecen hasta el enraizamiento (de cuatro a seis semanas).
Sustrato
Las plantas de lavanda crecen en suelos bien drenados y sustratos con un pH entre 5,5 y 8,3. En macetas, usar sustrato con buen drenaje y fertilizar con NPK 10-10-10 (10 g) mensualmente.
Para la implantación en campo, se recomienda realizar un análisis de suelo, porque si tiene un alto nivel de nitrógeno, las plantas pueden producir más tallos y menos flores. Dependiendo de la fertilización realizada, pueden dar mayores o menores rendimientos de aceite esencial.