Todas queremos tener nuestro jardín bien arreglado, con plantas muy llamativas y bien cuidadas, de manera que engalanen nuestra casa, ya sea la oficina o terraza, porque sabemos que tener plantas en el hogar o en cualquier parte o espacio en el que nos encontremos, trae muchos beneficios. En este artículo, hablaremos sobre el cuidado de plantas echeverias, que en sí, son suculentas que nos van a llenar de mucho color y vida a cualquier espacio. Léelo hasta el final y vuélvete una experta de la jardinería.
Las echeverias como plantas supervivientes
Las echeverias son un tipo de planta de la familia crassulaceae, pero que cuenta con casi 400 especies que se distribuyen en Centroamérica y el Sur de América, exactamente nos referimos a plantas suculentas o espacios que tienen tallos ramificados y simples. Generalmente sus hojas son muy aplanadas y carnosas, que forman una roseta. Los colores varían y pueden ir de verdes a marrones o incluso morados y lilas. Estas plantas son de crecimiento lento y son perfectas para climas secos, pues conservan su propia humedad, logrando sobrevivir a cualquier sequía. Una vez que otra, pueden crecer más de un pie de altura, son capaces de crecer en pleno sol y en condiciones desérticas.
Las plantas suculentas son de las más populares, por tratarse de una planta que tiene muchas especies, dándole la bienvenida a un número de variedades y especies muy coloridas y hermosas. La Echeveria es una planta perfecta para decorar cualquier espacio y si quieres iniciar en el mundo de la jardinería, esta planta se convierte en una gran candidata por su facilidad de cultivo, además que no requiere de cuidados exigentes. A continuación, te explicamos cómo puedes cuidar este tipo de planta y lograr un jardín lleno de color y naturalidad.
Cuidados de la planta echeveria
Para el cultivo y cuidado de las Echeverría aunque sí requiere atención, más bien es un bajo mantenimiento que representa luego de plantarlas, pero de todas formas, no debes descuidarlas. Te dejamos unos aspectos importantes para ello.
- Hay que empezar por brindarles un buen drenaje en el suelo a la hora de plantarlas, pues generalmente las macetas de cactus aunque funcionan bien para este tipo de plantas, debes asegurarte que tenga un drenaje adecuado. Por ejemplo, encárgate de que la mezcla para la maceta lleve perlitas y arena. Esto ayudara a drenar bien el agua y evitar un ahogamiento en la planta.
- También es clave que cuando vayas a plantar la Echeverria, lo hagas en una maceta sin esmaltar. Puede ser en una maceta de terracota o una que cuente con orificios de drenaje, que permita absorber todo el exceso de humedad y así evitar que las raíces se rieguen de manera excesiva.
- Como todas las plantas, las echeverias también requieren de sol para su adecuado desarrollo. Puedes ubicar la plata en una zona en la que pueda recibir luz directa del sol, hasta por máximo 6 horas. Estas son capaces de resistir a fuertes olas de calor, pero no excedas la postura en el sol. También puedes considerar pasar la planta al aire libre, para que reciba un clima adecuado.
- Por el contrario, evita temperaturas bajas. Estas plantas prosperan en condiciones desérticas, por lo que se deben cultivar en un espacio muy seco, ya que si la llenas es de agua y humedad, las raíces pueden dañarse y pudrirse, así que busca la temperatura adecuada para las plantas, que en promedio es de 70 grados Fahrenheit.
- Asegúrate de brindarles un riego ligero y solo cuando el sustrato este seco, un exceso de riego no solamente atrae plagas, sino que puede dañar la planta totalmente, pues se trata de unas plantas que están preparadas para vivir en situaciones de sequías, y en sus hojas, van a almacenar ciertas cantidades de agua, que en exceso, puede ser nefasto para su desarrollo.
Su propagación
Recuerda que para propagar las plantas de Echeverría, se puede hacer de dos formas; por un lado puedes separar las nuevas compensaciones de una roseta madre, las puedes quitar fácilmente y cultivarlas por separado en una maceta sin esmaltar. Puedes usar tierra para macetas de cactus, que debes mezclar con arena, piedritas o perlas. Ten en cuenta que los tejidos de la nueva planta, pueden ser sensibles a luz solar en exceso, trata de que esta luz sea indirecta y brillante. Para regar la nueva planta, debes hacerlo hasta que haya desarrollado sus raíces.