La Tradescantia zebrina es una planta rastrera, tiene hojas ovaladas trazadas por una línea central violeta, son verdes y plateadas en la parte superior y moradas por detrás. Su nombre científico es Tradescantia Zembrina, popularmente se le conoce como Cucaracha. El matalí forma parte de la familia Commelinaceae, que reune 41 géneros y 650 especies aproximadamente. Según los últimos registros, en México existen 12 géneros de Commelinaceae y 104 especies.
El matalí tiene propiedades medicinales, su consumo es beneficioso para el funcionamiento renal. Además contiene elementos fenólicos que sirven como antioxidantes. Su preparación se realiza mediante la maceración o la infusión de sus hojas. Usualmente se endulza con azúcar o miel, y se le da un toque ácido con la aplicación de limón. Su sabor es herbal y afrutado. Es excelente como antiinflamatorio y diurético. Es útil para tratar el dolor de estómago, disentería e infecciones urinarias.
Cuidados de la planta Tradescantia zebrina
Tenerla en casa es muy fácil pues no requiere de demasiados cuidados. Pues aguanta muy bien todo tipo de condiciones climáticas. Sin embargo debes conocer cuáles son sus necesidades básicas para mantenerla con vida.
Temperatura
La zebrina tolera climas cálidos, con temperaturas usualmente superiores a los 10 grados centígrados. Puedes mantenerla en interior. En caso de ubicarla en exterior, deberás estar atento de ella durante las noches de frío. En caso de que la temperatura baje de los 5 grados centígrados deberás ubicarla en el interior.
Por otra parte, esta planta tolera bien temperaturas hasta los 37 grados centígrados, mientras no reciba sol directo, lo cual podría quemar sus hojas.
Luz
La Tradescantia se desarrolla bien bajo luz abundante, pero indirecta. Puede recibir un máximo de dos horas de Sol directo. Puede vivir a gusto en habitaciones con poca luz.
Un punto a su favor es que, esta planta alerta cuando ha recibido mucha o poca luz. Lo hace de la siguiente manera:
Carencia de luz: sus tallos se débiles y delgados. Se estira y pierde volumen. Sus hojas palidecen. Las hojas pueden pudrirse.
Exceso de luz: Los tallos se tornan gruesos y adquieren gran densidad de hojas, con puntas quemadas y su color cambia a amarillo.
Humedad
La zebrina es originaria de zonas húmedas. Por lo cual está acostumbrada a la humedad. De hecho puedes pulverizarla una vez al día si la ubicaste en el exterior en climas muy secos.
Y si está en interior, puedes evitar pulverizarla. Sólo encárgate del riego y la iluminación para que esté saludable. Debes monitorear el exceso de humedad en el sustrato, ya que sus tallos pueden pudrirse y las cochinillas pueden atacar.
Riego
Puedes regarla una vez por semana en el verano. Y una vez cada diez días durante el resto del año. El riego deberá ser ligero. Aunque la zebrina tolera bien la humedad, la tierra debe contar con buen drenaje o aireación. Te aconsejamos usar macetas con orificios para el drenaje. Otra opción es colocar piedras o bolitas de arcilla esparcida en el fondo de la maceta.
Fertilización
Puedes abonar un par de veces en el año, a comienzos de la primavera y al finalizar el verano. Utiliza un fertilizante universal que tenga un NPK equilibrado, con magnesio y micronutrientes.
Enfermedades y plagas
La tradescantia Zembrina no suele padecer enfermedades pues es muy tolerante a diversas condiciones climáticas. En caso de exceso de humedad pueden aparecer las cochinillas. Las encuentras en las hojas, y en el pecíolo (punto de encuentro de la hoja con el tallo). Puedes eliminar a la cochinilla retirándola con un poco de algodón untado de alcohol.
También pueden atacar las orugas. Estas pueden causar u caos en tu planta, si han hecho de las suyas deberás usar un insecticida.
Reproducción y poda del matalí
La tradescantia zebrina puede multiplicarse muy fácilmente mediante esquejes. Ya que con este método desarrollará nuevas raíces en menos de una semana. Puedes hacerlo en agua o tierra, apenas perciba la humedad, empezará a producir nuevas raíces desde los nudos.
La poda es muy fácil. Sólo usa tijeras desinfectadas previamente con alcohol y no temas pasarte, pues esta planta crece muy rápido. El corte es igual para la poda y para los esquejes. Se hace justo arriba del pecíolo o nudo, a partir del cual salen las hojas.
Si el nuevo esqueje cuenta con un buen tallo en la parte inferior, puede ser pinchado en una nueva maceta o tierra. A partir del tallo y sus nudos saldrán las nuevas raíces. El tallo del esqueje debe tener unos 3 a 4 centímetros de largo.
Cuando pinchamos los esquejes en tierra se debe mantener una humedad alta durante la primera semana. Y la luz debe ser indirecta y abundante.