7 trucos para que tu lavanda tenga flores todo el tiempo

La flor de lavanda: ornamental, relajante y medicinal. Haz que florezca y sácale provecho.

La lavanda también conocida como Lavandula angustifolia, officinalis, vera o spica, pertenece a la familia Lamiaceae, a la que también pertenecen la menta, la albahaca, el romero y la salvia. La lavanda es una planta perenne que puede llegar hasta los 20 años, si se le cuida de la mejor manera. Es un arbusto aromático que posee una altura aproximada de 60 centímetros en total.

Sus flores son moradas y producen abundante aceite esencial. El aceite esencial de lavanda se ha popularizado gracias a sus múltiples aplicaciones medicinales. Su nivel de toxicidad es muy bajo y posee excelentes efectos antisépticos y antimicrobianos.

Las flores de lavanda tienen altas cantidades de néctar, con las que seducen a las abejas y demás polinizadores. Las flores de lavanda se podan y secan para luego usarse en productos de la industria de fragancias aromáticas. La lavanda también se planta con fines ornamentales, pues su color lila le hace lucir relajante así como su aroma, famoso por liberar del estrés.

Propiedades de la lavanda

La lavanda cuenta con grandes beneficios para la salud. Por ello se usa como ingrediente para numerosos medicamentos y productos cosméticos. A continuación una breve lista de varias de sus ventajas medicinales.

  • Posee efectos antiinflamatorios.
  • Es un excelente analgésico natural.
  • Tiene propiedades astringentes por su aporte en tanino.
  • Es antiviral y antibacteriana.
  • Actúa protegiendo las células del organismo.
  • Es antioxidante por lo cual ayuda a combatir condiciones dermatológicas.
  • Es cicatrizante y antiséptico, se usa para evitar la formación de ampollas en una quemadura y para tratar heridas y evitar que se infecten.
  • Por sus propiedades relajantes, ansiolíticos y sedantes es excelente para tratar el tratamiento del insomnio y otras condiciones sicológicas.

Cuidados de la planta de lavanda

Reunimos una serie de consejos para cuidar la planta de lavanda y conseguir que florezca. Recuerda que sólo de esta manera podrás hacer uso de sus múltiples beneficios.

Ubicación ideal

Ubícala en un lugar bastante iluminado, si puede darle la luz directa del sol, mucho mejor. Será ideal si la ubicas en una terraza, patio o balcón, o en su defecto, cerca de una ventana amplia.

Utiliza una maceta de buen tamaño

Busca una maceta con medidas de entre 30 y 40 centímetros de diámetro, debe contar con orificios de drenaje. Si la maceta es de barro mucho mejor, no te recomendamos las de plástico. Recuerda que si cuidas muy bien de tu planta esta te dará flores de gran tamaño, por ello es importante proveerle una maceta del tamaño adecuado

Usar fertilizante no es una obligación

Si vas a fertilizar tu lavanda, busca un abono especializado para este tipo de planta. También puedes elaborarlo en casa con desechos orgánicos como frutas molidas. Pero esto no es necesario, pues si te excedes con la fertilización puedes perjudicar y matar a la planta.

La poda si es necesaria

Debes eliminar las hojas y flores marchitas, pues de lo contrario no florecerá. Debes hacerlo a comienzos de la primavera y el otoño. Además si no retiras las partes dañadas puedes atraer plagas y hacer que tu planta adquiera hongos. Lo mejor es mantener a la planta limpia.

No botes los pétalos

Cuando los pétalos hayan caído o debas retirarlos, puedes armar bolsitas aromáticas con ellos y ponerlas bajo la almohada. Esto te ayudará a relajarte y conciliar el sueño por toda la noche. Este es el mejor uso que le puedes dar.

Cosecha a tiempo

Cuando notes que la planta está totalmente madura (lo cual sabrás porque ha adquirido un color más vibrante, que emana un fuerte aroma) debes retirar sus flores y hojas para darles un uso. Pues si vez que has madurado y la dejas intacta la flor gastará energías extra en alimentar a las partes maduras y los nuevos brotes crecerán débiles y estarás estropeando la planta.

No riegues de más

Realiza riegos ligeros y hazlo una vez a la semana, al medio día. Antes de regar, recuerda verificar que la tierra esté seca, si la tierra sigue húmeda podrías estar dándole agua de más y terminar matándola por ahogamiento. Jamás mojes las flores ni las hojas, así evitarás que se pudran.

Te aconsejamos tener sólo una maceta con una flor de lavanda para enfocarte en su cuidado y proveerle lo mejor. Pero si vas a sembrar la lavanda directamente en el jardín, entonces sí puedes cultivar varias plantas al tiempo.

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