Blanquea y limpia con facilidad tu trapeador con sal, bicarbonato y vinagre

El trapeador es una herramienta de limpieza básica, esencial y útil, por lo que es de suma importancia lavar regularmente los trapeadores para así, mantener la limpieza y la higiene dentro del hogar, ya que son los trapeadores los que se utilizan para recoger y eliminar suciedad, polvo y otros desechos del suelo, y si no se lavan con frecuencia, estos desechos pueden acumularse en el trapeador y luego volver a esparcirse por el suelo cuando se utiliza.

Además, la acumulación de suciedad y bacterias en el trapeador puede ser un foco de contaminación y puede provocar olores desagradables. Por lo tanto, es importante lavar el trapeador regularmente; y si no sabes muy bien cómo hacerlo, a continuación, te presentamos algunos motivos por el cual lavarlo y dos maneras muy fáciles y rápidas para que este quede blanqueado, desinfectado y sin malos olores.

Razonas para lavar el trapeador continuamente

Es importante limpiar regularmente tu trapeador principalmente para cumplir con los siguientes cuatro puntos:

  • Prevenir la acumulación de suciedad y polvo: El trapeador es una herramienta diseñada para recoger la suciedad y el polvo del suelo, y si no lo limpias regularmente, esta suciedad y polvo se acumularán en el trapeador y lo harán menos efectivo a la hora de limpiarte el suelo.
  • Evitar la propagación de bacterias y gérmenes: La suciedad y el polvo que se acumulan en el trapeador pueden contener bacterias y gérmenes. Si no lo limpias regularmente, puedes propagar estos microorganismos por toda la casa al usar el trapeador.
  • Prolongar la vida útil del trapeador: La suciedad y el polvo pueden dañar el trapeador a largo plazo, especialmente si está hecho de materiales como la madera o la tela. Limpiarlo regularmente puede ayudar a prolongar su vida útil.
  • Mantener un ambiente limpio y agradable: Finalmente, limpiar el trapeador regularmente es importante para mantener un ambiente limpio y agradable en tu hogar. Un trapeador sucio puede desprender un olor desagradable y dar una impresión de descuido.

En resumen, limpiar tu trapeador regularmente es esencial para mantener una casa limpia y saludable.

Primera forma de lavar tu trapeador

La forma más fácil de lavar un trapero es probablemente uno de las más usadas en los hogares, la cual explicaremos rápidamente para luego mencionar una segunda forma más eficiente e igualmente fácil. Para limpiar tu trapeador con esa primera opción puedes seguir estos pasos:

  1. Coloca el trapeador en una zona de trabajo amplia y cómoda, normalmente suele ser en un fregadero o cubeta.
  2. Elimina del trapeador cualquier suciedad o polvo acumulado que veas y puedas remover fácilmente con tus manos, para luego enjuagarlo con un poco de agua y jabón. Y si el trapeador está muy sucio, puedes sumergirlo en una solución de agua y detergente y dejarlo remojar por unos minutos.
  3. Luego usa un cepillo suave para remover la suciedad y el polvo acumulados en las cerdas del trapeador y enjuaga el trapeador bajo agua caliente y escurre el exceso de agua.
  4. Deja que el trapeador se seque al aire antes de volver a usarlo y ¡listo! ya tienes un trapero limpio.

Nuevamente recuerda que es importante limpiar el trapeador con regularidad para mantenerlo en buenas condiciones y evitar la acumulación de suciedad y bacterias.

Segunda forma de lavar tu trapeador

El segundo proceso para limpiar tu trapeador de una forma efectiva es utilizando algunos elementos de cocina que probablemente tengas en casa, estos son: jabón líquido de manos, bicarbonato de sodio, vinagre, sal, agua oxigenada, agua y jabón de barra. Ya con todos estos elementos listos podrás comenzar con tu limpieza de trapeador, pero eso sí, te recomendamos que por tu seguridad antes de empezar a limpiar el trapero, te pongas unos guantes de látex o plástico.

¡Ahora si comencemos! Lo primero que debes hacer es enjuagar muy bien el trapeador, para esto humedécelo con suficiente agua mientras que, al mismo tiempo, vas frotando el jabón en barra por todas las partes del trapeador; y si lo consideras necesario repite este acto más de dos veces. Ya cuando veas que este medianamente limpio tu trapero, agarra una cubeta grande y dentro de ella combina 4 cucharadas de jabón de manos, 2 cucharadas de bicarbonato de sodio, 2 cucharadas de vinagre, 60 gramos de peróxido de hidrógeno y por último 2 cucharadas de sal. Mezcla todos estos ingredientes muy bien y vierte aproximadamente una jarra agua.

Luego deje el trapeador en remojo durante al menos unas 2 o 3 horas, para que el trapero pueda absorba un poco de la mezcla, lo que hará que suelte toda la suciedad y se blanquee. Durante este tiempo de 2 a 3 horas procura de vez en cuando sacarlo de la cubeta junto con los ingredientes y enjuágalo. Ya pasadas las horas necesarias, sácalo del balde o cubeta y lavado con abundante agua hasta eliminar por completo el jabón, después del lavado, déjelo secar al aire y bajo la luz solar directa durante unas horas.

¡Y listo! Ya cuando tengas tu trapero seco veras como parece un trapero nuevo y además olerá muy bien. Este sencillo proceso lo puedes realizar cada vez que utilices esta herramienta para limpiar tus pisos de cerámica, vinilo, madera o porcelana, y solo te llevará unas pocas horas.

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