Recientes estudios científicos demuestran que quienes viven en un ambiente con plantas mejoran su estado de ánimo e incluso reducen el estrés, así que si lo que tú buscas es alegrar y llenar de color tus días de invierno, aquí te damos tres increíbles opciones, las cuales son: primero la Amaryllis que siempre muestra unas hermosas flores grandes y audaces, segundo la Clivia la cual tiene hojas largas y vigorosas, y el tomatillo de Jerusalén el cual brinda unas brillantes frutos.
1. Amaryllis o Hippeastrum
La Hippeastrum es nuestra primera opción como planta perfecta para alegrar tus días de invierno, gracias a dos aspectos visuales únicos; el primero son sus hojas largas de color verde intenso que pueden llegar a medias hasta 60 centímetros, y el segundo son sus flores de colores llamativos y vivos como el rojo, rosa, blanco, naranja, amarillo, verde, combinaciones entre rojo y blanco y más variaciones, las cuales si se cuidan correctamente llegaras hasta los 20 centímetros de ancho. Estas dos combinaciones entre sus hojas y flores, generan una intensidad de color perfecta en esta época del año para traer así un gran optimismo y mucha alegría a cualquier hogar.
Esta planta de Hippeastrum es también conocida como amaryllis y suele comercializarse con este nombre en los últimos meses del año, pues es más “fácil y rápido” de pronunciar. Crece a partir de bulbos, al igual que otros miembros de la familia de los narciso y aunque es originaria de México y el Caribe, no tienen problemas para adaptarse a climas más fríos y ambientes menos soleados, es por ello que sobrevive muy bien en macetas sin importar el clima en el que se encuentre el hogar, solo debes tener en cuenta algunas de sus cuidados como que un tercio del bulbo debe estar por encima de la superficie del suelo, que debes de colocarla donde haya suficiente luz y agua.
Además, si deseas contar con más de una sola planta de Hippeastrum en tu hogar, debes de cultivarla durante una época específica para mayor efectividad, esta época de plantación de bulbos es desde diciembre hasta marzo, se entierra exclusivamente la mitad inferior del bulbo y se deja la otra mitad visible al aire.
2. Clivia
Como segunda opción entre las plantas de invierno ideales para alegrar tu hogar tenemos la Clivia, esta planta es elegida gracias a su gran popularidad durante la época de invierno, ya que por un lado, es fácil de cultivar y, por otro, tiene un período de floración atractivo todos los años. La Clivia florece en primavera y suele ser de color rojo y naranja, pero existen variedades con flores amarillas, pero sus flores no son su único fuerte, sus hojas individuales sin flores también son muy decorativas y hermosas, pues estas se desarrollan como una capa de hojas anchas y gruesas, de color verde oscuro brillante, ligeramente curvadas.
El sistema de raíces es fuerte, por lo que es una planta resistente al agua, aun así su riesgo deben reducirse y repartirse por la planta, por ejemplo durante el período de vegetación, es suficiente regar cada 15 días, eso si sin dejar que el sustrato se seque por completo o inunde el suelo, porque el exceso de agua puede dañar las plantas, al igual que el exceso de luz solar, pues a pesar de que esta planta no es muy exigente con la luz y puede crecer y sobrevivir en los rincones menos iluminados, aunque prefiere los lugares más luminosos, pero no de forma exagerada pues la luz solar excesiva puede dañar las hojas verdes, causando quemaduras y amarillamiento.
Por ultimo, para lograr la floración anual en primavera, la Clivia debe estar áspera o también llamado maltratada a finales de otoño. Este abuso se reduce a dejar la planta a una temperatura de 10º C de frío durante unos meses, cosa que podemos hacer perfectamente sacándola al exterior y dejando de regar. Pues el frío y la falta de agua pueden hacer que aparezcan nuevas flores en primavera.
Tomatillo de Jerusalén
El tomatillo de Jerusalén es nuestra tercera y ultima opción como planta adecuada para alegrar tus días de invierno, pues se dice que los tomates de Jerusalén agregan un poco de sol a los días de invierno gracias sus pequeñas plantas que producen bayas rojas, las cuales a menudo se cultivan como plantas anuales.
Las bayas de este tomatillo de Jerusalén son verdes hasta que maduran, luego se vuelven amarillas, anaranjadas y finalmente rojas, aunque a menudo coinciden en el tiempo, esta variación de colores durante su maduración le da a la planta un efecto único realmente hermoso y colorido.
Adicional a esto, son plantas perfectas para macetas dentro del hogar, puesto que las variedades enanas son ideales para macetas pequeñas, solo debes de agregarle compost para plantas de interior, regarla regularmente y fertilizarla de manera frecuente con algún fertilizante líquido. Pero cuando llegue cuando las bayas cuelguen a fines del invierno reduce el riego y deja de fertilizar durante algunas semanas, luego vuelve con los cuidados normales y anteriormente mencionados.
