Cómo cuidar árboles frutales bonsái

Los bonsái se originaron hace 2.000 años en la China imperial los cuales representaban paisajes agrestes a escala reducida, pero con el tiempo los japoneses empezaron a cultivarlos individualmente en pequeñas macetas, de ahí su nombre que significa plantado en maceta. Si te regalaron un bonsái frutal o quieres tenerlo, dedicarle un tiempo a podarlo y cuidarlo podrá ayudar a dejar la ansiedad o el estrés atrás recargándote de energía positiva porque está compuesto de madera y tierra, dos elementos principales que atraen las buenas energías.

Existen cinco tipo de árboles frutales los cuales son los Citrus, los Malus, Olea Europea, Punica Granatum y los Ficus Carica, por eso si decides intentar usar árboles frutales como bonsáis, recuerda que estos requerirán de más mantenimiento, así que sigue leyendo para obtener algunos consejos sobre el cultivo e información de los bonsái.

Cuidado del árbol frutal bonsái:

Riego

Los bonsái son capaces de tolerar sequía temporal, pero lo ideal es utilizar una regadera que tenga agujeros finos o con una lanza de riego lo más larga posible, lo importante es que el agua salga por los agujeros de drenaje mojando las hojas, pues no admiten que el suelo esté muy húmedo, así que prueba que el agua sea de calidad, libre de cloro y cal. En temporadas de invierno trata de regar en horas del día donde haga más sol ya sea en las mañanas o tardes para evitar que la poca agua se congele en el recipiente.

Poda

La poda de este árbol se realiza quitando los nuevos brotes dejando solamente dos hojas una vez que ya hayan desarrollado cuatro hojas, no obstante, debe hacerse en momento de inactividad desde temporadas de invierno hasta antes de la brotación. El corte de las ramas deben ser inclinados y mirando hacia arriba evitando que sea perpendicular para favorecer la cicatrización, debe ser un corte limpio utilizando unas tijeras bien afiladas o tenazas según el grosor. Este es un paso muy fundamental si quieres lograr una ramificación adecuada de estilo bonsái con distribución uniforme y follaje denso.

Abono

Lo mejor para estos tipos de bonsái es usar un abono de lombriz líquido especial para frutos de manera semanal tendiendo en cuenta las dosis que se pueden emplear según el fabricante, pues como son bonsái con poco espacio para desarrollarse los nutrientes que dispone son limitados. Al aplicar este humus aportará una serie de microrganismos al suelo que ayuda al árbol de manera natural, promueve la sanidad evitando patógenos que pueden afectar las raíces y brindar equilibrio en los nutrientes.

Ubicación

La ubicación del bonsái debe ser estratégica donde les de una buena iluminación indirecta del sol pero con clima cálido y resguardo de de vientos fuertes, si permanece en lugares templados debe ponerse a pleno sol entre los meses de mayo y septiembre, pero en temporadas de invierno debe ser colocado dentro de casa con luces de crecimiento. Si dejas tu bonsái en el exterior como en la terraza, balcón, jardín o simplemente en la ventana será mucho mejor, ya que es un lugar idóneo para recibir con alegría la lluvia y, sobre todo la humedad de la noche.

Trasplante

Este trasplante consiste en cambiar la tierra y rejuvenecer las raíces para permitir un buen desarrollo de los brotes de los árboles, esto se hace cuando las raíces se enrollan de forma abundante alrededor de la maceta, pero si estas no son visibles y se encuentras en buen estado te recomiendo esperar al menos un año para volver a revisar. Para ello deberás tener preparada otra maceta, levantar el árbol y quitar la tierra vieja con ayuda de un kumade, trastrillo pequeño o incluso un chorro de agua con manguera, recortar aproximadamente un tercio de las raíces y volver a plantar pero con tierra nueva con un bastoncito para evitar bolsas de aire.

Pestes y enfermedades

Emplea un pesticida específico e intenta mejorar las condiciones de crecimiento del árbol ubicándolo en zonas cálidas con suficiente iluminación. Las plagas más habituales son los pulgones que atacan los brotes nuevos de las plantas, la araña roja que se sitúa en el envés de las hojas, los trips que se alimentan de la savia creando manchas blanquecinas y la cochinilla que se encuentra en los nervios más grandes de las hojas, en los tallos o ramas.

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