Estas plantas tienen su origen en el sudeste asiático, más específicamente en Japón y Corea. Las flores de la hortensia pueden ser azules, rojas, rosas o blancas, esto dependerá de la variedad. Una variedad roja o blanca nunca podrá dar flores azules. Pero una variedad azul si puede dar flores rosadas si su tierra no tiene la acidez suficiente. Esta planta se ha cultivado desde la antigüedad como planta ornamental. Sus inicios como parte decorativa del jardín se dieron en Japón y luego se extendió por el mundo entero.
En este artículo te indicaremos los cuidados que debes tener para cultivar tus propias hortensias. Así descubrirás por ti mismo las razones que hacen de la hortensia una de las plantas más usadas para la decoración de jardínes.
Cuidados de las hortensias
Clima
Independientemente de la variedad de hortensia que tengas, estas plantas crecen mejor en los climas templados. Las hortensias en general no toleran el frío ni el calor intenso. El frio es especialmente dañino para las plantas cuando se encuentran en sus etapas tempranas de crecimiento. El calor extremo hace que su etapa de floración sea mucho más corta debido a la deshidratación.
La temperatura ideal para su crecimiento está entre los 15 y los 18 grados centígrados. Evita exponerlas a temperaturas inferiores a los -5 grados centígrados y a temperaturas superiores a 30 grados centígrados.
Ubicación
La hortensia es una planta que se da mejor en exteriores. Sí puede tenerse como planta de interiores, pero su ritmo de crecimiento puede verse afectado. Habiendo dicho esto, es importante tener en cuenta que sea cual sea el caso, no debe estar expuesta a luz directa. Por el contrario debe tener una buena sombra.
Tierra
El sustrato en el que plantes tus hortensias debe tener buen drenaje y contar con un pH ácido. La intensidad del color de las flores es directamente afectado por la acidez del suelo. Si decides plantar las hortensias en una matera, debes asegurarte que tu sustrato esté compuesto por turba, fibra de coco y humus de lombriz. Opcionalmente, puedes agregarle unos puñados de vermiculita y perlita.
Riego
Lo principal para el riego de la hortensia es asegurar que la tierra de la planta siempre esté húmeda, mas no encharcada. Si riegas demasiado, las raíces de tu planta terminarán pudriéndose. Siempre es mejor pecar por falta de agua que por exceso de esta, ya que si se pudren las raíces tu planta morirá.
Procura regar a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.
El agua ideal para regar la hortensia es aquella proveniente de la lluvia, o en su defecto el agua destilada. Se recomienda evitar el agua con cal, ya que puede provocar una carencia de hierro en el sustrato y hacer que las hojas se vuelvan amarillentas.
Poda
El mejor momento para podar las hortensias es a comienzos de la primavera. Algunas hortensias florecen en los tallos nuevos pero otras, lo hacen en los viejos, por lo que es necesario asegurarse de qué variedad es la tuya antes de realizar cualquier poda. Las flores secas hay que cortarlas para que la planta pueda dedicar su energía a las que apenas están floreciendo. En cambio, las ramas que han crecido el último año, es decir las nuevas, no debes cortarlas, ya que probablemente darán lugar a nuevas flores. De cualquier modo, las ramas de varios años de antigüedad es conveniente cortarlas para que la planta no pierda nutrientes de forma innecesaria.
Trasplante
Para trasplantar una hortensia adulta, sea a un nuevo lugar en tu jardín o una matera más grande, es mejor esperar hasta el otoño, que es cuando la planta está inactiva. Evita cortar o remover partes del sistema de raíces de tu planta.
¿Cómo plantar las hortensias a partir de semillas?
Si vas a plantar hortensias por primera vez a partir de semillas, debes tener en cuenta lo siguiente:
- Idealmente el pH del sustrato debe estar entre 4.5 y 5.
- Cerciorate que tus semillas sean recién cosechadas de otras hortensias, o por lo menos que no sean demasiado viejas (de más de un año).
- Es recomendable sembrar primero en un recipiente pequeño para controlar la germinación de las semillas, manteniéndolas en una zona iluminada con luz indirecta y manteniendo el sustrato humedecido, más nunca con exceso de agua.
- Cuando procedas a sembrar, no debes enterrar las semillas a mucha profundidad. Con 1 o 2 cm basta. Hay que mantener humedecido el sustrato. Esto puedes hacerlo con un atomizador y no con una regadera, para evitar que el agua arrastre las semillas que plantaste.
- Cuando las semillas comiencen a germinar y las plantas tengan varios centímetros, será momento de trasplantarlas a tu jardín o la matera que hayas escogido (esta debe ser grande).