Estas son las razones por las que se estira una suculenta. Aprende a prevenirlo

Si tu suculenta luce débil, apagada y sin vida. Está enferma de etiolación. Te damos 2 alternativas para solucionarlo.

La suculenta es una planta espectacular, pero no es perfecta. Al igual que otras plantas puede verse enfrentada a situaciones amenazantes para su existencia. Uno de los problemas que puede presentar es el estiramiento de sus hojas. Y como te imaginarás esto se debe a un inconveniente de salud de la planta. Este fenómeno de estiramiento de las hojas se conoce como etiolación.

¿Qué es la etiolación?

La expresión hace referencia a un fenómeno que experimentan las plantas que se desarrollan en condiciones de iluminación escasa. El significado de la palabra es decoloración y blanqueamiento.

Esto ocurre porque la planta recibe una cantidad insuficiente de luz, lo cual frena la producción de clorofila al interior de la planta, disminuyendo así su pigmentación verde. Proceso indispensable, además, para ejecutar la fotosíntesis que es esencial para la producción de energía. Todo ello parte de la falta de luz solar, pues al ser escasa, la planta frena todos sus procesos vitales. Esta disminución de luz solar hace sufrir a la planta y por ende, esta ya no luce tan sana y bella como de costumbre.

Así que, si una planta se nota visiblemente más pálida y descolorida, posiblemente se deba a la carencia de clorofila. Otro signo evidente de esto es que la planta adquiere una apariencia de fragilidad, ya que al no realizar la fotosíntesis no cuenta con la energía suficiente. El déficit de luz se hace notorio en el crecimiento y evolución de la planta. Demostrando que no sólo es un tema de belleza, sino también de salud.

¿Cuáles son los signos de etiolación en las suculentas?

La etiolación es un fenómeno que puede afectar a cualquier planta natural. Por lo general las señales del padecimiento son las siguientes:

  • Las hojas palidecen y pierden su color original
  • Las hojas lucen reducidas en su tamaño
  • El tallo crece con una estructura débil y ladeada
  • Las hojas empiezan a escasear

Si notas que tu suculenta tiene algunos de los síntomas mencionados, es porque está atravesando por una etiolación. Es su manera de pedir luz solar, a gritos. Sin embargo no debes caer en el error de llevar a tu planta de inmediato al patio, jardín o balcón. A continuación te explicaremos cómo manejar esta situación.

¿Como prevenir la etiolación en las suculentas?

Para que la etiolación no afecte a tu suculenta, debes proporcionarle la cantidad suficiente de luz solar, según las indicaciones para la especie que poseas. Así que antes de adquirir una planta debes averiguar cuáles son sus necesidades, y compara esto con las condiciones de tu hogar. Tendrás que verificar cuáles son las áreas de tu apartamento que cuentan con buen acceso a luz natural.

Un dato a tener en cuenta es que son precisamente las suculentas de colores más vibrantes las más propensas a sufrir la etiolación. Pues entre más coloridas son, mayor necesidad de luz poseen. Y las suculentas más oscuras son las que menos luz solar requieren.

Estos son los géneros de suculentas que más suelen padecer la temible etiolación:

  • Sedum
  • Crassula
  • Echeveria
  • Sedeveria
  • Graptopetalum
  • Graptosedum

¿Qué hacer si las suculentas se han estirado?

Si ya confirmaste que tu suculenta tiene etiolación, no desesperes. Aún puedes rescatarla. Existen dos caminos que puedes tomar en pro de la recuperación de tu planta. Son los siguientes:

1. Lo primero que debes hacer si te encuentras frente a un caso inequívoco etiolación, es cortar la parte superior de la suculenta con tijeras previamente desinfectas, dejando unos 4 centímetros del tallo, para sembrarlas en una maceta y dejar en la base algunas hojas para promover su desarrollo.

Si tu suculenta está muy estirada , puedes incluso hacer dos cortes y así obtener tres suculentas a partir de una sola. Tendrás que plantarlas en un sitio con buena luz solar. En un lapso de tres semanas empezarás a ver tus suculentas desarrollarse y producir nuevos brotes coloridos.

2. La segunda opción es eliminar todas las hojas aisladas, que luzcan débiles y con pérdida de color y deja las que luzcan saludables. Luego poda la parte superior de la planta y permite que el corte sane por cinco días en un lugar sin luz directa y con una temperatura media. Cuando el corte empiece a cicatrizar, trasplanta tu suculenta a una maceta con sustrato nuevo, usando gravilla. Haz un riego y ubícala en un lugar con buena recepción de luz solar, verás como tu planta recobra su vida y salud.

Listo, ahora tienes información completa para identificar si tu suculenta padece o no de etiolación. Si tu planta tiene todos los signos que lo indican, ya sabes como proceder. ¡Manos a la obra!

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